Todos recordamos que cuando éramos niños y nuestras abuelas y mamás nos repetían constantemente “NO TE PASES EL CHICLE PORQUE TE VAS A EMPACHAR”.
O en el peor de los casos, nuestros progenitores afirmaban que si por accidente nos pasábamos la goma de mascar, estaría durante siete años en nuestro cuerpo.
Te develamos la verdad:
Los chicles están fabricados de una base de goma, endulzante, colorantes, conservadores y suavizantes, lo que les proporciona la consistencia que tienen.
Los endulzantes e ingredientes que le dan para que tenga un sabor, no representan ningún problema para digerirlo pues e descomponen rápidamente y son excretados de igual forma.
Los suavizantes, como glicerina, tampoco presentan ningún problema para el sistema digestivo.
La goma es el ingrediente que podría presentar una mayor resistencia a los ácidos gástricos pues, contrario al chicle antiguo fabricado con savia natural, está fabricada con polímeros sintéticos.
Entonces, ¿el chicle se quedará por años en el cuerpo?
Cuando tragamos una goma de mascar, al igual que otros alimentos, pasa por el tracto intestinal pero no es digerido tan fácilmente ni eliminado por los jugos gástricos. Así el chicle tiene el mismo trayecto que la comida, la diferencia es que no es digerido tan rápidamente.
De acuerdo con información de BBC, el tracto intestinal es tan fuerte que puede ingerir un desde cartón hasta un los huesos de frutas que a veces nos tragamos. La diferencia con la goma de mascar es que la base no se disuelve por completo a causa de sus propiedades químicas. Pero, de que sale, sale.
¿El chicle tiene algún beneficio?
El psicólogo Siegfried Lehrl de la Universidad de Erlangen-Nüremberg publicó un estudio en el que demostró que mascar chicle nos hace más listos. Esto tiene que ver con los movimientos de la mandíbula durante la masticación pues estimulan la circulación de sangre y sirve al cerebro como una bomba de oxígeno que potencia la concentración.
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