A Fabián Guiñazú, un comisario de la localidad argentina de Pinamar (sur) lo mató la jactancia, ya que, luego de confesar que se "cansó de robarle a la gente", fue removido de su cargo, en un hecho que salió a la luz este viernes.
Un audio grabado por las autoridades municipales dejó en evidencia a la máxima autoridad de la Estación de Policía Comunal de Pinamar, un lujoso balneario de la costa atlántica argentina. Allí queda señalado como el líder de un entramado de corrupción y extorsión con prácticas insólitas.
En la grabación hecha pública por la alcaldía, Guiñazú describe con detalles una de sus modalidades delictivas.
Le cuenta a su interlocutor que él contrataba un ómnibus e iba por la calle forzando a subir obreros que recién habían cobrado sus sueldos y los incriminaba, adjudicándoles la posesión de armas de fuego que la propia policía les plantaba.
AFP
0 comentarios:
Publicar un comentario