No sólo se trata de palomas. Es posible que estas sean las aves con peor reputación en cuanto al daño que sufre nuestro auto cuando nos dejan sus “regalitos”, lo cierto es que son muchas las especies que pueden dejar sus heces sobre él y en todos los casos la reparación podría ser costosa.
Por lo general se dice que la caca de las aves dañan la pintura del coche debido a su concentración de ácidos al momento de tocar la superficie del vehículo, pero esto no es cierto en su totalidad.
Un estudio de la empresa británica Autoglym, especializada en desarrollar productos de limpieza, reveló que es una suma de factores la que puede provocar que la textura de la pintura del auto cambie e incluso se pudra.
Bajo el Sol, la pintura se expande a nivel microscópico para retener el calor. La caca de los pájaros contiene una parte semilíquida, que se “funde” con la pintura debido a la expansión de sus partículas.
Cuando se enfría la pintura se combina con la textura de la caca seca, por lo que aparenta estar podrida, si no se limpia a tiempo.
Por ello, es fundamental pasar un trapo lo más rápido posible para retirar el excremento, sin embargo, no es lo más recomendable.
Y es que en el estudio la marca británica encontró que lo mejor en estos casos es aplicar abundante agua en la zona, colocar un trapo mojado sobre la caca por 10 minutos y después retirar con un movimiento suave. De esta manera se evita que los residuos rayen ese “obsequio” que cayó por gracia de un pájaro sobre tu vehículo.
Agencias
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