Las galletas de soda son uno de los tipos de galletas más vendidos en el mundo, pero su historia data de principios del siglo XIX, cuando una panadería creó la receta original. Nabisco es una de las marcas que más se asocia a ellas, pero hoy cualquier tipo de galleta con sal en la superficie puede ser llamada galleta de soda.
Precursoras
Las precursoras de las galletas de soda modernas eran conocidas como galletas saltina. Éstas eran similares en forma y tamaño, pero tenían un sabor ligeramente diferente al de las galletas actuales. En Newburyport, Massachusetts, un negocio con el nombre Pearson & Sons Bakery comenzó a producir algo conocido como pan piloto, que era similar a lo que comían los marineros en sus barcos. Era denso y duro pero fue la galleta aceptada tradicionalmente.
Primeras galletas de soda
El crédito por las galletas de soda pertenece a la panadería Josiah Bent de Newburyport, Massachusetts. Su propietario observó las ventas del pan piloto de su competidor y, en 1801, decidió crear una galleta de mejor sabor que pudiera llevarse en barcos y transportarse a distintos puertos. Después de experimentar con diferentes tipos de galletas, la panadería finalmente creó unas que tenían un sabor más suave, pero aún eran crujientes. Estas fueron llamadas galletas de soda.
La primera marca comercial de galletas de soda salió al mercado en 1876. La marca Premium utilizó la receta original y produjo en forma masiva pequeñas galletas cuadradas con sal espolvoreada en la parte superior. La compañía era conocida por su eslogan "¿El loro quiere una galleta?" que aparecía en los avisos publicitarios y en los paquetes. Nabisco adquirió a Premium y registró el nombre de la galleta como una marca. Fue una de las primeras compañías en usar computadoras en su producción, las cuales se utilizaban en la fabricación de las galletas de soda.
Década de los veinte
En la década de los veinte, las galletas de soda alcanzaron a las masas por el éxito de la marca Premium. Antes de eso, eran conocidas en partes de Misuri, donde la marca se fundó y donde estaba la fábrica (Thomas L. Green mantuvo a la galleta de soda en San Luis). En la década de los veinte, Premium comenzó a distribuir la receta y las galletas a otras partes del país, lo que ayudó a que ganaran popularidad.
Depresión
El aumento de popularidad de las galletas de soda se remonta a la década de los treinta y los años posteriores a la Gran Depresión. Los estadounidenses tenían poco dinero y necesitaban productos que fueran económicos pero sabrosos. Por esa época, las galletas de soda eran producidas en forma masiva y se encontraban en diferentes tiendas y marcas. Las personas podían utilizarlas como relleno para comidas, como por ejemplo para hacer rendir más un pastel de carne o para acompañar una sopa y hacer que fuera más sustanciosa, sin gastar mucho dinero.
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