El irlandés Ceejay McArdle tiene tres años y vive en Castleblayney, en el condado de Monaghan. En septiembre de 2014, cuando tenía apenas un año, se enteró de que tenía leucemia.
Entonces comenzó un duro tratamiento, que deberá extenderse al menos hasta enero de 2018. Preocupados por el efecto psicológico de esta situación, sus padres empezaron a llevarlo a distintos lugares para que le dieran aliento y lo hicieran sentir importante.
A fines del año pasado fue a visitar el cuartel general de la Policía de Irlanda. Allí lo nombraron miembro honorífico de la fuerza y le propusieron recorrer el país casi como si fuera un agente pleno.
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