Chiara Schober, una joven de Liechtenstein, perdió durante la adolescencia más de la mitad de su peso tras la muerte de su abuela. La tragedia familiar afectó mucho a la chica y la entonces colegiala se negó a comer, reduciendo su dieta diaria a solo un melocotón, según 'Daily Mail'.
Durante su lucha contra la anorexia el peso de la chica se redujo a 22 kilos. Ni los médicos ni sus familiares eran capaces de ayudar a la adolescente, y estar ingresada en el hospital tampoco ayudó a Chiara, que amenazaba con suicidarse si no la dejaban volver a casa.
Los médicos advirtieron a los padres que se prepararan para lo peor, puesto que las posibilidades de que Chiara sobreviviera eran casi nulas.
La pesadilla duró hasta que la adolescente cumplió 17 años y Chiara conoció a Jason: dos semanas después comenzó a recuperarse.
"Fue entonces cuando Jason intervino y me animó a comer más, me sacaba para comer y compraba aperitivos como palomitas de maíz para picotear juntos. Pronto volví a sentir el placer de comer. Él me ayudó a recuperarme también mentalmente", explicó la chica.
RT
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