Valorar cada beso, caricia, abrazo, adorar a la persona con la que estás, sentir y expresar lo que sientes, son algunas de las claves del sexo tántrico, una práctica de origen oriental que no tiene como objetivo principal llegar a la eyaculación, sino disfrutar, como si de una danza se tratase, de cada momento del sexo.
Se trata de una práctica que se basa en el Tantra, una filosofía de vida de origen oriental con más de 4 mil años de antigüedad, que utiliza la energía sexual para conseguir una conexión con uno mismo. La meditación o disciplinas como el yoga, también con origen en la India, están muy relacionadas.
Dado que el sexo tántrico es una práctica que muchos desconocen, diferentes escuelas tántricas ayudan a descubrir las técnicas y a vivir experiencias con esta actividad oriental.
Diego Jiménez, experto en cursos de Tantra, explica las cuatro llaves de esta corriente oriental que son necesarias para conseguir una vida feliz y son vitales para practicar el sexo tántrico, para que después podamos aplicarlas en nuestra intimidad:
Vivir el momento presente
Si una persona no está presente con sus cinco sentidos en una relación sexual y está pensando en que mañana tiene mucho trabajo o que ayer discutió con su padre, no va a poder disfrutar por completo del acto.
Aceptar como es uno mismo y a los demás
Si no te aceptas como eres y estás pensando en que no te has depilado o si se te nota la celulitis es difícil que se consiga una relación plena. Pero del mismo modo se tiene que aceptar el cuerpo de la otra persona. “En el tantra se adora cada poro de la piel de la persona con la que estás: sea el amor de tu vida o una relación de una noche”.
Seguir un movimiento armónico y fluido
Llegar a una danza con tu pareja. En el sexo normalmente se prepara el lugar, la iluminación, el momento… “En un ritual ortodoxo de sexo tántrico se prepara la atmósfera, la luz, los olores, incluso la comida…es lo que se llama el Maithuna”.
Expresar lo que sientes y piensas
Decir lo que te gusta o no y pedir algo si quieres recibirlo, ya que si no lo pides, puede que te lo hagan pero también puede que nunca lo sientas. “Entendemos la relación sexual como un acto de comunicación íntimo. No hay mayor afrodisíaco que tu pareja muestre que algo te gusta y te produce placer. Se puede expresar con la palabra, gemidos, con el cuerpo…”
Respirar
En el sexo tántrico es muy importante controlar la respiración y sincronizarla con tu pareja para poder entrar en la misma energía.
Sentir
Andamos despacio por la habitación, nos paramos frente a la persona que nos cruzamos, decimos nuestro nombre y nos abrazamos. ¿Qué nos transmite el abrazo del otro? Paz, sensibilidad, fuerza, protección, alegría, sensatez…Todo esto son sensaciones que al relajarnos percibimos mucho mejor. Durante el sexo tántrico se siente cada movimiento, mirada, abrazo, beso, caricia… como si eso fuera lo único que existiese en ese momento. Tocarse las manos, sentir la mirada de quien tienes enfrente…
Confiar
Saber llegar a un equilibrio con tu pareja o con una persona que conozcas en ese momento: dejarse llevar con los ojos cerrados es muy importante para olvidar y confiar. No intentar tener siempre el control de lo que estamos haciendo: quizá si nos dejamos llevar nos guste lo que la otra persona nos hace.
Adorar el cuerpo
Tenemos que aceptar como somos cada uno y buscar todas esas cosas buenas: la mirada, los labios, las orejas, las manos, las piernas…todos contamos con algo digno de mencionar. Si nos aceptamos como somos, el momento del sexo será mucho mejor ya que solo estaremos preocupados de sentir y disfrutar. Pero también tenemos que adorar el cuerpo de la persona con la que estamos, siempre podemos sacar detalles que nos gusten y a él o ella también le agradará que se lo digamos: me gusta tu cuello, tu boca, tu mirada…
Olvidar el tiempo
En la sociedad y en el momento en que vivimos es muy difícil dejar de lado el reloj. Siempre estamos pensando en la lista de la compra, el trabajo de mañana, la cena de esta noche o en todas las cosas que tenemos que hacer. Pero para practicar el sexo tántrico el tiempo se ha de olvidar. Hay que tener la cabeza y todos los sentidos en ese momento sin preocuparnos de nada más, para poder vivir esa experiencia al cien por cien.
Danzar
El sexo tántrico es como un baile: hay que coordinarse, llegar a un equilibrio, dejarse llevar en momentos, mandar en otros, pero sobre todo escuchar una misma melodía y danzar al son de ella.
Preliminares eternos
Caricias, besos lentos, susurros, miradas en el sexo “convencional” todo esto lo podríamos practicar en los llamados preliminares, que según el médico sexólogo Ángel Ruiz Ejarque “es aquel proceso que antecede al acto de la penetración, es decir, el juego amoroso antes del coito y que tiene como finalidad la excitación”.
¿Y qué tiene que hacer el hombre para no eyacular cuando tiene un orgasmo?
En el que llamamos sexo convencional, el hombre siente un orgasmo y simultáneamente eyacula, pero en el sexo tántrico no. Para ello, el especialista Diego Jiménez nos cuenta cómo lo tienen que hacer los hombres:
Fortalecer la musculatura pubococcigea (la que rodea la zona de la pelvis) .
Practicar y conocer cuál es su punto de no retorno, mediante la masturbación.
Controlar la respiración.
De esta forma se consigue tener un orgasmo controlado por el propio hombre y se impide que se eyacule, por lo que puede continuar con el acto sexual. Sin embargo, el sexólogo Ruiz Ejarque advierte de que se ha de tener especial precaución con este método ya que “si no se es precavido y se hace sin ningún control puede llevar a una afectación de eyaculación retardada o incluso a pérdidas del apetito sexual. Es decir, que cuando quiera eyacular, ya no pueda. Hay que practicarlo de forma responsable”.
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