A pesar de su tamaño, los colibríes son las aves de mayor actividad en la tierra. Rara vez se tropiezan e incluso pueden seguir alimentándose durante las tormentas.
Ahora, gracias a una nueva investigación, la ciencia está empezando a entender cómo hacen para volar sin problemas en todo tipo de climas. ¿Quiéres saberlo?
Los colibríes son precursores en primavera y verano, pero no tienen mucho tiempo para parar. Estas aves no tienen sentido del olfato y se mantienen ocupadas robando el néctar para su metabolismo, que además es el más rápido de todos los animales de sangre caliente en el planeta.
Toda la energía que poseen les permite realizar hazañas físicas increíbles. Los colibríes aletean alrededor de 80 veces por segundo, respiran 250 veces por minuto y experimentan más de 72 000 latidos del corazón cada hora.
Además, algunos soportan grandes migraciones, como los más de 800 kilómetros sin escala a través del Golfo de México o los 4800 entre Alaska y México.
Debido a que pasan hambre, los colibríes no pueden permitirse el lujo de no alimentarse durante las tormentas, tampoco pueden cometer errores aéreos. Se siguen alimentando durante fuertes vientos y lluvias.
Ahora los biólogos se han detenido a estudiar cómo realizan sus acrobacias aéreas en todo tipo de condiciones climáticas.
Batanga
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