Si tienes mucho dinero, probablemente tengas más "de todo": más ropa, más viajes, más libros… y, sí: más bichos. Esa es la sorprendente conclusión de un trabajo publicado en la revista científica Biology Letters.
Los investigadores partieron de lo que se conoce como "luxury effect" –efecto del lujo-: en los barrios pudientes suele haber más vegetación: casas con jardines, parques, espacios abiertos, etc. Y se sabe que, de hecho, la biodiversidad en estas zonas, tanto a nivel de plantas como de aves, murciélagos y lagartos, es mucho mayor que en barrios con menor nivel socioeconómico.
Debido a ello, los científicos pensaron que, dentro de las casas, la biodiversidad de artrópodos -un gran grupo de animales que incluye a insectos, arañas, crustáceos, etc.-, debería ser mayor también en estas zonas, así que se lanzaron a recoger muestras en 50 hogares de estado de Carolina del Norte (EEUU).
En total, se obtuvieron 10.000 ejemplares de más de 300 familias diferentes, y los resultados confirmaron que, efectivamente, los barrios más pudientes también eran más ricos en bichos. De manera curiosa, los análisis estadísticos revelaron que no era tan determinante si una casa a nivel individual tenía más jardín o más vegetación alrededor: bastaba estar localizada en una zona de alto nivel económico. Es decir: la biodiversidad de artrópodos dentro de las casas viene determinada a una escala de barrio: en esas áreas hay más vegetación en términos globales, y como los animales se mueven, no importa si tu casa en concreto está rodeada de más o menos plantas: ellos acaban llegando.
Los resultados contradicen la tendencia general a pensar que en las zonas más pobres habrá una mayor riqueza animal en forma de cucarachas, hormigas, etc. Sin embargo, nos olvidamos de que las especies que causan plagas son un porcentaje muy pequeño en comparación con el total, especialmente cuando hablamos de artrópodos, el grupo más diverso de animales que existe.
En todo caso, los autores reconocen que se trata de una investigación muy preliminar, pues no se han tenido en cuenta variables como la diversidad de microhábitats dentro de los hogares, y la muestra estaba algo sesgada hacia los barrios de clases medias y altas, con menos representación de las clases bajas. Sin embargo, se trata de una buena aproximación para conocer mejor los entornos urbanos y la microfauna que habita con nosotros en ellos.
¿Para qué sirve este estudio?
Más allá de la anécdota, los resultados de trabajos como este son cada vez más importantes: en un mundo con una población global que no para de crecer, las ciudades y los pueblos aumentan día a día, por lo que los seres vivos con los que compartimos el espacio también se ven afectados. Las actividades del ser humano tienen un efecto muy fuerte en la biodiversidad urbana, por lo que conocer sus patrones y sus interacciones es igual de importante que estudiar las especies de otros entornos más "clásicos" como las selvas o los bosques.
Las ciudades podrían ser un aliado muy importante de cara a la conservación de la biodiversidad
Además, las ciudades podrían ser un aliado muy importante de cara a la conservación. Por ejemplo: mientras que en los entornos agrícolas, debido al uso indiscriminado de pesticidas, la biodiversidad de polinizadores no deja de disminuir, estos podrían encontrar un inesperado refugio en las zonas urbanas.
De hecho, algunos grupos de investigación ya se están dedicando a buscar cuáles son las especies de plantas empleadas en parques y jardines que atraen a más cantidad de polinizadores. El empleo de este tipo de cobertura vegetal, junto a otras iniciativas como las casitas para insectos, podría ayudarnos a paliar, en parte, el daño que estamos haciendo con nuestro uso tan agresivo del territorio.
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