"Pies pa' que los quiero si tengo alas para volar", decía nuestra querida Frida Kahlo hace ya varias décadas. ¡Y sus palabras nos siguen inspirando!
No es para menos: desde que la humanidad es humanidad, hemos soñado con volar. ¡Y gracias al avance de la tecnología hoy podemos hacerlo!
Pero, no todo es tan poético como la frase de Frida: al volar, nuestro cuerpo puede experimentar los siguientes efectos secundarios...
#1 Descompensación horaria
El también conocido "jet lag" es lo que nuestro organismo experimenta cuando "intenta apegarse" a los mismos horarios que su lugar de origen, tras trasladarse a una zona horaria diferente.
Por fortuna, este no es un problema que atormente a todas las personas, pero en el caso de que sí te afecte debes saber que se irá en cuatro o cinco días.
Los síntomas más comunes de este malestar son la irritación y el cansancio. También, el jet lag es el culpable de la falta de apetito y las dificultades para concentrarse.
En el caso de las personas que viajan muy seguido, este problema puede resultar en inconvenientes mayores a largo plazo, como en trastornos psicóticos ydeterioro cognitivo.
#2 Problemas de audición
Este problema afecta a la mayoría de las personas que viajan en avión. No es para menos: según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Seguridad Ocupacional de Gran Bretaña, los niveles del ruido de este medio de transporte, sobre todo en las zonas cercanas al motor, pueden oscilar entre los 95 y 105 decibeles, y llegar incluso a los 115 en el momento del despegue.
¡Esto significa una locura para nuestros oídos! Para que tengas una idea, elumbral auditivo seguro para no lastimarlos no debe superar los 84 dB.
Dada esta situación, deberíamos prestar atención al lugar que nos corresponde en el avión y tomar las medidas de precaución correspondientes para evitar dañar nuestra audición.
#3 Estreñimiento
El principal problema para nuestros intestinos a la hora de viajar es el largo periodo que debemos permanecer sentados y las largas esperas (en el caso de tener escalas con demoras).
En esta situación, nuestro metabolismo y el funcionamiento de nuestro sistema digestivo se ralentizan. Estos acontecimientos no solo tienen el potencial de causar estreñimiento, sino también gases y otros malestares estomacales.
Para evitar que nos sucedan este tipo de inconvenientes, es recomendable que caminemos lo máximo posible dentro del avión y durante las horas de espera, así sea solo de un lado a otro.
Por otra parte, y para evitar complicaciones aún más serias en nuestro sistema digestivo, evitemos bebidas y comidas altas en calorías. Además, es muy importante mantenernos hidratados, por eso es esencial que bebamos mucha agua.
En definitiva, estos son los cambios a los que deberíamos estar atentos la próxima vez que nos subamos a un avión. Si tomamos las precauciones necesarias, ¡volar será maravilloso!
Batanga
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