Se suele citar a quienes ejercen esta profesión como uno de los colectivos más voluptuosos para las mujeres o para los hombres a los que les gustan los hombres. Por algo los calendarios con imágenes de bomberos están entre los reclamos más usados para recaudar dinero con fines benéficos. Pero pocas veces se había analizado el origen de este tirón erótico. Una conocida marca de cuchillas de afeitar ha hecho un estudio sobre el atractivo masculino que incluía preguntas sobre profesiones y los resultados desvelaron que hay viejos mitos sexuales que se debilitan: los fontaneros, los camareros y sobre todo los políticos han perdido gancho. Pero el de los que apagan incendios continúa intacto: la de bombero era la actividad más sexi para muchas mujeres.
Cuando se les preguntaba por el origen de ese atractivo, surgían varios factores. Uno de ellos es la mezcla de ternura y virilidad que se les supone a estos tipos: en general, las entrevistadas preferían a un hombre cariñoso pero firme. El rol de ayuda, el altruismo que les lleva a arriesgar su vida por otros, era otra de las razones que se esgrimían para el atractivo. Pero lo principal era el físico: por su labor, son hombres que deben cuidarse y hacer ejercicio, así que lucen cuerpos muy deseables.
Se atribuye al emperador César Augusto la creación del primer cuerpo de bomberos en Roma y la realidad es que desde los primeros tiempos se seleccionaban individuos fuertes y sanos, capaces de superar obstáculos, trepar por desniveles y enfrentarse a todo tipo de peligros. En el caso actual de España, existen cuerpos de bomberos municipales (de los ayuntamientos), de los consorcios de la Diputación provincial o Comunidad autónoma, otros de los aeropuertos nacionales (AENA), bomberos forestales y finalmente existen los bomberos militares (UME). A los puestos de bombero funcionario se accede mediante oposiciones. Entre otros requisitos, deben superar una serie de pruebas físicas que no están al alcance de todos.
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