El nadador estadounidense Michael Phelps cosechó su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río, contabilizando 19 en toda su carrera. Una cifra verdaderamente demencial.
Pero esta no fue la única razón por la que su performance llamó la atención: en medio de la prueba muchos notaron unas manchas redondas muy extrañas en el cuerpo del atleta.
Si bien algunos al principio se preocuparon por la salud del nadador olímpico, se confirmó que el origen de las mismas se debe a una técnica llamada cupping, muy difundida entre los atletas de alto rendimiento.
La misma consiste en aplicar ventosas sobre distintos músculos del cuerpo para mejorar la circulación sanguínea y calmar así los dolores luego de las maratónicas sesiones de actividad física.
No solo Phelps es un adepto a esta técnica: integrantes de equipos de natación y gimnasia artística de Estados Unidos también comenzaron a emplear este método que, a juzgar por los resultados, parece bastante efectivo.
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